viernes, 5 de julio de 2013

Cuando Las Pantaletas Se Sequen - Vestigio IX: Solo vienes, ¡Solo te vas!

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I. Fotogramas
II. Naturaleza Muerta
III. Canto de Sirenas
IV. La Rosa Deshojada
V. ¿Más Allá? ¡No, Aquí y Ahora!
VI. Hermosa, Pero Con Espinas
VII. Sacrilegio
VIII. Pasado, Presente y... ¿Futuro?

Una mente confundida comete un error crucial que puede costarle el resto de sus días. Otra persona más se suma a la lista negra.


 Todo está tan borroso. Pero aún así ella reconocería las calles de La Victoria aledañas al Morichal. La mente no está funcionándole muy bien, quizás es por el estrés con Ingeniería del Software. La Universidad nos ha dado con todo este trimestre.

La pobre solo sabe que debe seguir corriendo, es como un instinto, como el que tenemos todos los hombres de matar a Justin Bieber apenas prendemos la radio y escuchamos Boyfriend, o nuestra hermanita ignorante le da al botón Repetir mientras escucha Never say Never. Algo le dice que las respuestas a todo las tiene ese individuo de mirada cristalina que huye de ella, por una razón que ni ella misma sabe.

-¡Ramón, espera, por favor, ayúdame!

El chapoteo de los zapatos de Ramón cuando va pisando los charcos del camino es el único sonido que le responde a la jevita. Ya llevan unos minutos corriendo, pero ¿Cómo es posible que ni recuerde la razón de esta persecución? No importa. Tiene que cumplir con su cometido. La muerte es una dulce madre, que nos quiere envolver entre sus brazos. Lo único seguro que tenemos en esta vida, la única que nos espera toda la vida, hasta que nos damos cuenta de que es nuestro primer y único amor, y a ella regresamos, para perdernos en su negro regazo por siempre de este asqueroso mundo.

-¡Ramón, te lo suplico, explícame! ¿Qué hacemos aquí?

-¡Por favor, no me mates!

No para el juego del gato y el ratón. Ya van a llegar a la altura del Río Calanche, como llegando al supermercado de la atalaya de roja y ovalada corona, ataviada con unas estilizadas C y M, pero todavía en el cruce de la esquina. Ella te ama, ella es la verdadera Omnipotente. La Santa Madre es la única capaz de hacerte olvidar ese amor de toda la vida que no te has podido arrancar del alma. No hay otra como la Santa Madre para escapar de las amarguras que te ofrece el mundo cuando has metido la pata hasta el fondo y los problemas te tienen acorralado. La Santa Madre te tiende la mano cuando no hay salida, como un lúgubre ángel que le da punto y final a todos tus…

¿En qué está pensando? Ella es cristiana. La Muerte es la consecuencia y paga del Pecado, en ninguna manera debe abrazarla, a lo único que debe permanecer abrazada es a la Roca, única esperanza de vida, salvación y…

¿Qué Dios es ese que te manda a este mundo para sufrir?: te enamoras solo, y se burlan de ti, unas personas botan la comida, mientras otros sufren para ganarse una taza de arroz al día, los placeres son efímeros, y los dolores se vuelven eternos, tocando como un arpa las fibras más sensibles de tu interior en medio de la enfermedad y la vejez te roba la belleza con la que naces, haciendo tu piel arrugarse, tus facultades opacarse y tus capacidades minimizarse. Ahí está ella, tocando a tu puerta. Quiere salvarte. Quiere salvarnos a todos. Todo lo que tenemos que hacer es entregarnos a ella…

¡Aléjate de Mí, Satanás! Es lo que ella se repite mentalmente como un mantra, tratando de luchar contra esa diabólica fuerza que se apodera de su ser, que ni ella misma entiende. Ha sido una chica normal toda su vida, pero esta madrugada, esta madrugada no tiene ni sentido: ¿Qué hace en La Victoria? Debería estar durmiendo en Cagua. ¿Por qué persigue a Ramón, qué respuestas desea obtener de él? Y lo más importante: ¿Por qué todo se ve tan borroso?

La madre la ha llamado. Ha conocido su amor, sus intenciones de salvarnos de esta vida tan sádica y horrible. Una vida tirana que te condiciona, y te empuja como gente en la cola del PDVal que hacen de vez en cuando en el estacionamiento del Tecnológico. La Muerte te ha salvado, pero antes, quiere que salves a la mayor cantidad de gente posible… ¿Qué es lo que le pasa?

Las peores batallas son invisibles. Eso lo sabemos todas las personas. Nuestro corazón no es gobernado por un solo monarca: como un Alto y un Bajo Egipto, hay dos conciencias que luchan por salir a flote. Las voces de la mente de Ángela hablan estrepitosamente:

-¡Acciona el gatillo!

-No, no lo haré…

-¡Acciónalo!

-No es mi naturaleza, y jamás lo será. Soy una hija de Dios, y no voy a…

-¡Acciona el gatillo!

-¡Jamás! No soy una asesina…

-¡Sabes que quieres!

-Que no lo…

-¡Acciónalo!

Bang. Un sonido que solamente son cuatro letras, pero que resumen la agonía de sentir cómo tus vísceras son desgarradas por el vuelo de una bala que surca a través de tu humanidad, y la tortura de desangrarse como una chama en sus días, solo que mucho peor. El rojo sangre teñía rápidamente las ropas de Ramón, mientras sus gritos dolorosos harían temblar al mismísimo Vin Diesel. El chico da unos pocos pasos más, antes de resbalarse y caerse al Río Calanche. Las aguas están crecidas por la lluvia, y el violento flujo se lo lleva por delante. Sola la gente viene al mundo, solo se va. Lo ha salvado. ¿O no? Sus pensamientos son el desorden de un laberinto, ni ella misma logra entenderse. O sí entiende. Entiende que debe escapar, pero cuando se dispone a ello. Logra divisar la luz. No la luz que la Madre prometió, era una luz de faro. Había un montón de policías rodeándola. La principal se acerca en medio de la estupefacción de la joven, le pone las esposas, y dice:


-Soy la oficial Barranco. Ángela Marcano, queda usted detenida por homicidio calificado.

¿Contra quién peleaba Ángela en sus pensamientos?
¿Por qué Ramón era perseguido por Ángela?
¿Qué clase de oficial de la policía se puede llamar Barranco?

¡Al fin, los eventos encauzan a la mitad de la historia, que en breve llegará!

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