viernes, 16 de agosto de 2013

Cuando Las Pantaletas Se Sequen - Epílogo

Capítulos Anteriores 
I. Fotogramas
II. Naturaleza Muerta
III. Canto de Sirenas
IV. La Rosa Deshojada
V. ¿Más Allá? ¡No, Aquí y Ahora!
VI. Hermosa, Pero Con Espinas
VII. Sacrilegio
VIII. Pasado, Presente y... ¿Futuro?
IX. Solo Vienes, ¡Solo te vas!
X. Un Martini para el Infierno
XI. Perfección
XIV. Demasiado Inteligente para Vivir
XV. Dei Irae
XVI. Misa Negra
XVII. ¡Eureka!
XVIII. Cuando Las Pantaletas Se Sequen
XIX. ¡Finale!

Era de tarde. Ya por fin había llegado la hora de recoger las pantaletas. Jerly y su madre se encontraban retirándolas del tendedero, mientras desarrollaban una amena conversación de madre-hija. Jerly sujetaba unos cacheteros, mientras decide comentarle a su madre:

-Hace un año, Azócar murió de un impacto de bala por Corpoelec.

-Ah, sí. El pobre no tuvo la misma suerte que yo. Me salvé de broma de ese loco de Ramón…

-Que Dios se haya apiadado de su alma, mamá. Nos hizo mucho daño, sí, pero si somos sinceras, estaba enfermo de la mente y del corazón. Solamente Dios puede juzgarlo. Y lo juzgó, porque su muerte fue horrible. Ivana todavía se reía mientras le veía cambiar de color ahogado al pobre. Bueno, el caso es que mató mucha gente y murió.

-¡Válgame Dios, mija! ¿Y todo eso él solito?

-En realidad, tenía una ayudante. Era una chama que se la tragó la tierra, pero alquilaba teléfonos con el novio en el tecnológico. Aunque creo que Ivana me comentó hace poco que vio a una chama igualita a ella trabajando en La Fontana…

-Ya. La lista de sospechosos era larga como las cuello e tortuga de tu abuela, Jerly.

-Sí, imagínate que el pobre Murga fue culpado porque se enamoró de Libán y dijo que al que se quedara con ella lo mataba, y bueno, el Portu apareció muerto luego. También Scarleth y Jhosno fueron calumniadas, ni hablar de Gaby cuando habló mal de la Polla.

-¡Virgen santísima! ¿Hasta al Portu se llevó el asesino?

-No exactamente. Libán jamás nos contó que tenía un novio muy celoso, y bueno, esto fue la gota que colmó el vaso, y por eso ella decidió denunciarlo.

-¿También era sospechosa esa chama que es bien bonita, como es que se llama, Yacelys?

-No, mamá, Yecelys. Resulta que la chama tuvo la mala suerte de que le vino la regla camino a la Universidad, y por ello tenía las manos llenas de sangre. Pero con toda la pena del mundo, tuvo que confesarlo ante todo el comedor, porque el CICPC llegó a buscarla.

-¡Ja, ja ,ja! Ay, qué bochorno… Al menos, no todo fue lágrimas. Y una que no está llorando en este momento es tu amiga Scarleth, ¿verdad?

-Exacto, mami. Los psicólogos la han ayudado muchísimo a superar el trauma de la ablación, y está viviendo su vida sexual a plenitud. De hecho, ella tenía una cita hoy con Jairo y con Carlos en el hotel Princesa Plaza….

-¡Santo Dios! ¿Engaña a uno con el otro?

-¡Nada que ver! Es una cita de tres…-murmuró Jerly, disfrutando el horror en la cara de su madre.

-¿Bueno, y qué fue de la vida de Elsy?

-¿Mi profesora? ¡Ah, sí! Ivana no solamente la reenganchó al departamento, sino que renunció al rectorado, y postuló a la profe Elsy, claro está que ganó. Ahora la conocemos como Rectora.

-Ay, es verdad, señora. Yo ya no aguantaba más dirigir esa loquera de Universidad-interrumpió una dama que llegaba por la barda de la calle, ataviada con un ajustado vestido de colores amarillo, verde y violeta. El fuerte estampado recordaba la moda groovy de los años 60, a juego con los aretes de lava en anaranjado y amarillo que cargaba la negra.

-¿Qué te trae por aquí, Ivana?-preguntó Jerly.

-Me conseguí otro viejo con real, uno que se llama Gustavo Cisneros. Recientemente enviudó y bueno, vamos a consolarnos entre nosotros. Si quieres venir, la boda será en Maracay en unas horas. Venía a despedirme de mi mejor amiga-Jerly se aproximó y la abrazó, diciéndole:

-Te deseo lo mejor, hermanita. Dios te bendiga (no seas tan ardiente con este, ¿OK?)

-Claro, yo seré feliz, pero ahora quiero que tú no te quedes atrás, y por eso te traje a alguien que conocí en Barquisimeto, ven Gabriel-y sólo entonces reparan en que, al frente había un carro Spark nuevecito estacionado, y de ahí, se baja el modelo Gabriel Coronel, ante la mirada estupefacta de Jerly y su madre, y esta última dice:

-Creo que dejé un arroz montado adentro, voy a apagar el fuego…-y desaparece. Ivana se da cuenta de que se hace tarde para la boda, y con desespero, empieza a correr brincando todas las bardas de las casas hacia su camioneta, y en una de esas una cerca le agarra un hilo suelto y le revienta la falda y se cae de boca, dejando las aún peludas piernas al aire. Como puede, con la bemba partida, sigue corriendo y grita ya de lejos:

-¡El carro también es tuyo, mi amor!

Ya solos, Gabriel se acerca a Jerly, y le dice:

-Eres mucho más linda de lo que dijo Ivana…

-¿En serio? No lo creo, tú eres famoso internacionalmente, y a mí ni en Palo Negro me conocen. Tú eres tan hermoso… ¿Por qué quieres conmigo?

-No sé, creo que es el destino. Pero mi mejor argumento es este-y sin más palabras, los labios del ángel se estamparon en la boca de la no menos bella chica. Y es que el amor no se busca, llega a uno. Sólo hay que tener paciencia, y esperar, como dijo la madre de Jerly, hasta que las pantaletas se sequen.


FIN

Esto termina con la primera novela del blog! En breve empezará una nueva historia, quizás no tan graciosa como esta, pero sí apasionante y que te sumergirá en un mar de pasiones: ¡Menéame ese Tombo, Mi Amol!

No hay comentarios:

Publicar un comentario